Noche y día, Claudia y Ernesto
Héctor Cortés Mandujano
Aunque a los niños la noche suele asustarles, a Claudia le gustaba. Le encantaba notar como, con la oscuridad, los ruidos cotidianos alcanzaban otros cotos y se volvían amenazadores, inquietantes. Los ojos del gato en la noche cambiaban y en su mirada podían notarse mundos infinitos, que el día volvía sólo pupilas transparentes. Y la calle oscura se volvía un enigma.
Sin que sus padres lo notaran, se levantaba de puntitas para asomarse por la ventana y ver hacia afuera. Un hombre borracho, un grupo de adolescentes, una prostituta, la policía, una ambulancia. El día era aburrido y la noche era un mundo lleno de imprevistos.
Cuando pudo salir a fiestas se enamoró más de lo nocturno. La gente era otra: se emborrachaba, bailaba, se comportaba de otra manera. El aburrido de la escuela era un magnífico bailarín, la mustia se desnudaba ante todos. Y surgían besos, abrazos, coitos inesperados.
Al cumplir la mayoría de edad se despidió de sus padres y montó, con sus ahorros y lo poco que le iba cayendo, un departamento al que le puso imaginación y buen gusto. Se iba por las noches a buscar compañía y volvía, antes del amanecer, para beberse las últimas horas, con algún hombre musculoso, un joven atrevido, un señor interesante.
Los despedía muy temprano, porque no los quería ver con la claridad del sol. Sería gente vulgar, despojada de misterio. El día era otra cosa. En el día uno era lo que es. Y Claudia, la despampanante morena de largas piernas, volvía a ser Ernesto, el gris oficinista de movimientos amanerados.
Sin que sus padres lo notaran, se levantaba de puntitas para asomarse por la ventana y ver hacia afuera. Un hombre borracho, un grupo de adolescentes, una prostituta, la policía, una ambulancia. El día era aburrido y la noche era un mundo lleno de imprevistos.
Cuando pudo salir a fiestas se enamoró más de lo nocturno. La gente era otra: se emborrachaba, bailaba, se comportaba de otra manera. El aburrido de la escuela era un magnífico bailarín, la mustia se desnudaba ante todos. Y surgían besos, abrazos, coitos inesperados.
Al cumplir la mayoría de edad se despidió de sus padres y montó, con sus ahorros y lo poco que le iba cayendo, un departamento al que le puso imaginación y buen gusto. Se iba por las noches a buscar compañía y volvía, antes del amanecer, para beberse las últimas horas, con algún hombre musculoso, un joven atrevido, un señor interesante.
Los despedía muy temprano, porque no los quería ver con la claridad del sol. Sería gente vulgar, despojada de misterio. El día era otra cosa. En el día uno era lo que es. Y Claudia, la despampanante morena de largas piernas, volvía a ser Ernesto, el gris oficinista de movimientos amanerados.
Foto: Raúl Ortega ( Chiapas )
Foto: Félix Cúneo ( Veracruz )
Foto: Alexis Sánchez ( Chiapas )
Foto: Isaac Aguilar (Veracruz)
10 comentarios:
Que maravilloso pretexto para hacer foto y escribir: La noche, en la noche cuando todo pasa de manera diferente. Me gustaría que las noches se sucedieran diariamente y no cada semana, así, ya podríamos ser amigos después de compartir más de una docena de noches y no que apenas me quito lo tímida para escribir este mensaje.
Felicidades a todos! Por supuesto a Félix
Como suele pasar en esta cosas, me equivoque y lo publique donde no iba, ahora si.....
Me gustó la idea, pero el resultado me encantó.
La noche es mi cómplice y amiga, es femenina y tiene divinidad. En ella pueden ocurrir las cosas más sencillas, más inesperadas, las más fatales y las más gloriosas. Y en el texto y en las imágenes se refleja.
En horabuena!
Un abrazo a todos.
Un beso a Héctor, Raúl y Alexis.
Nadia Liera
Raul.
Me gusto mucho su reciente proyecto sobre la noche.
Es curioso como muchos fotografos periodistas y documentalistas de
nuestra generacion han transformado su trabajo personal hacia expresiones mas
intimas y delicadas. Mirar desde, hacia y dentro de si mismos.
Felicidades para ti y para tus compañeros de proyecto
Enrique villaseñor
La increible inocencia, la soledad, el tierno y tormentozo obscurecer. Es fascinante y motivador ver y descubrir lo cotidiano, lo simple o lo ya visto reinventandose permanentemente.
El tema es lo demenos, la creatividad y la imaginación es vivir, es disfrutar.
Eso que ahora nos invita a ver la noche con sus ojos. Hoy el texto y las fotos son un festín.
Luis Jorge
En la noche hay que tener cuidado y hacer caso a lo que decían en la película Golfus de Roma ( A funny thing happened on the way to the forum)
"Nunca te enamores durante un eclipse total".
Entre las muchas maneras de combatir la nada, una de las mejores es sacar fotografías.
Julio Cortázar.
Muchas gracias a todos y cada uno de ustedes por sus comentarios, la noche la construimos todos.
Un abrazo.
Félix
No era muy amiga de la noche hasta que tuve hijos...Es un gozo verlos dormir y sentir como respiran sin dar explicaciones a lo que uno siente y sin límite de tiempo!...Desde entonces es mi aliada y me encanta que así sea...Q maravilla que le rindan tan digno tributo!...Un besote Raúl, tus fotos espléndidas como de costumbre!
me parece excelente,maravilloso este proyecto un destello misterioso que es la noche, loca e imaginativa en hora buena!!! con este proyecto felicidades alexis
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